El comercio informal es el pulso vivo de una ciudad, una danza espontánea de intercambios que llena sus calles y plazas. Más allá de las transacciones, es un entramado cultural lleno de historia, identidad y conexión con las comunidades que lo sostienen.
La fotografía es el latido vibrante de una ciudad, una sinfonía espontánea que captura intercambios, rostros y momentos en calles y plazas. Más que simples imágenes, es un tejido cultural profundo y complejo, enraizado en la historia y en la identidad de las comunidades que retrata.